Cómo hacer tu propia leche de avena
Antes
iba una al médico y te quitaba el
alcohol, el tabaco o la panceta, ahora, para asombro de nuestras abuelas, te
quitan la leche. Los tiempos cambian, las despensas también. Bien sea por prescripción médica, intolerancia,
por veganismo o por gusto, cada vez hay más alternativas a la leche de vaca tradicional,
son las (mal llamadas) leches vegetales.
Hoy
te propongo hacer tu propia “leche” de avena, es muy fácil de elaborar, deliciosa,
barata… además tiene muchos beneficios
para nuestro organismo: alto contenido en fibra, proteínas, calcio, hierro,
fósforo, vitaminas del grupo B, aminoácidos esenciales, etc.
Ingredientes:
·
1 litro de
agua mineral
- 150 gramos de copos de avena
- Una pizca de sal
- Una cucharadita de aceite de oliva
- Esencia de vainilla o canela (opcional)
En
primer lugar, ponemos la avena en una fuente o planto hondo y la cubrimos con
agua del grifo.
La dejamos en remojo de diez a doce horas. Colamos la avena.
Una vez esté bien escurrida
la echamos en un recipiente y la batimos con el resto de ingredientes unos dos minutos.
Dejamos reposar una hora. Con
un colador de tela, tamizamos la mezcla y ya tienes tu “leche” de avena.
La ponemos en un recipiente de cristal y ya la podemos tomar o guardar en la nevera.
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